En el artículo pasado, explicamos que la Comunión no es un premio, de que no se precisa ser santo para comulgar. La Comunión es una necesidad espiritual, que tiene unos requisitos básicos, entre los cuales cabe destacar:
Ser católicos, es decir los que han recibido el sacramento del bautismo, primera comunión y confirmación.
Adicionalmente, es necesario para los católicos:
• Estar en estado de gracia, es decir no haber cometido pecado grave. Pecado grave es romper los 10 mandamientos. La gracia de Dios se recupera en el sacramento de la Penitencia. Es necesario acudir al sacramento de la confesión de manera regular. Aquellos que no han acudido a la confesión en muchos años NO PUEDEN COMULGAR sin antes haber acudido a la confesión.
• Las personas solteras no deben estar conviviendo sin haberse antes casado por la Iglesia.
• Aquellos que están separados o viudos no deben tener relaciones íntimas ni juntarse con otras personas.
• Si no se está casado o se tiene una situación particular, lo más recomendable es acercarse con un sacerdote para platicar y ver la manera de sacar adelante la situación de impedimento. ¡La Iglesia puede ayudarles!
Aquellos que están en pecado grave deben acudir a la confesión antes de comulgar. Asimismo, aquellos que tienen dudas sobre si pueden o no comulgar deben acercarse al sacerdote directamente.
Catecismo de la Iglesia Católica, n 1385:
Debemos prepararnos para este momento tan grande y santo. S. Pablo exhorta a un examen de
conciencia: "Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de
la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz. Pues
quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo" (1 Cor 11,27-29).
Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación
antes de acercarse a comulgar.
¿Tengo que comulgar cada vez que voy a Misa? ¿Para qué ir a Misa si no puedo Comulgar?
La Iglesia recomienda para una participación más plena, que aquellos que están en condiciones y puedan hacerlo, comulguen, siempre que estén bien preparados.
Aquellos que no están preparados o no pueden comulgar Sí participan activamente en la Misa sin comulgar. El cumplimiento del precepto dominical es absolutamente independiente de la Comunión: se le cumple solo con la asistencia a Misa. Aquellos que no puedan comulgar, en el momento de la comunión, pueden recitar en silencio, desde sus lugares la comunión espiritual.
Comunión Espiritual
“ Creo, Jesús mío, que estáis realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo recibiros dentro de mi alma. Pero como ahora no puedo recibiros sacramentado, venid a lo menos espiritualmente a mi corazón. (Pausa en silencio). Así, yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra santísima Madre; con el espíritu y fervor de los santos. Como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno todo a Vos.
No permitáis, Señor, que jamás me separe de Vos. Amén.”